Tomo nota de mis
emociones, de mi conciencia ciudadana, del reconocimiento de los otros como
iguales.
Hoy, un día
cualquiera del año, como cualquiera de los que interactuás con tu entorno, nos
abandona “Paco”; un trombo nos pilla a todos por sorpresa, después de
cincuenta y tantos años entre nosotros (hasta siempre).
Horas antes, cruzaba
el umbral de la puerta, “Lola” de una edad cercana a los sesenta; radiante de felicidad, con una sonrisa que le llegaba
a las orejas, saltando de alegría, como si de una adolescente se
tratara...quería compartir con nosotros
esos momentos...su momento, cuando le acaban de comunicar que...ha superado el tratamiento, que la metástasis de la zona de su riñón
extirpado ha desaparecido (enhorabuena y bienvenida a un nuevo ciclo).
A la puesta de sol, comienza un nuevo capitulo...
“Germán” que junto a Vanesa y sus dos
hijos, vivirán una nueva etapa. La situación
laboral de ambos, les obliga a buscar otros horizontes...alejándolos del
calor familiar de la familia de Germán y
auspiciados por el amparo de la familia de Vanesa, parten a otras tierras, para
seguir viviendo su historia junto con sus hijos (éxito y felicidad en vuestra
nueva etapa).
Estas circunstancias,
te producen unas emociones, que se dan cuando no solo nos quedamos con el
horizonte que nos deja ver nuestra desde nuestra ventana...participando, implicándonos en las
causas de los otros, aprendiendo a vivir juntos, aprendiendo a convivir.
<< Tu verdad,
no, la verdad y ven conmigo a buscarla; la tuya guardátela >>
“Antonio Machado”
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